Sentir la necesidad de una katarsis, y a la vez no lograr apreciar que ese es un proceso que se comenzó a vivir hace ya un tiempo, en mi caso un par de semanas antes de abandonar definitivamente esa institución que me albergó por tantos años.
Recordar y revivir todas las penas, el dolor (el cual no siempre me lastimó), y también descubrir (con algo de vergüenza) que en la mayoría de los casos la causante de ese dolor fui yo.
Rememorar aquellos ideales que escribí con sangré y luego vi borrarse al ser cubiertos por mis lágrimas. Evocar aquellos giros que me llevaron a encontrar mi laberinto y a perderme en él, sólo para patafísicamente continuar girando, pero ahora consciente de ello.
Pero mi katarsis no significa eliminar los recuerdos, no puedo ni quiero hacer eso, hay un crecimiento que no quiero olvidar, abandoné el país de nunca jamás y ya no soy una niña (aunque quizá aun continúo perdida).
Es imposible cambiar el pasado, por lo cual mi anhelo era únicamente que las heridas dejasen de sangrar y eso ya lo conseguí, por lo mismo ya no busco la “redención” en una autodegradación, en el vértigo de caer en picada, ha cambiado mi percepción del mundo, he descubierto colores que creí inexistentes y a cada momento siento que me aproximo un poco más al centro, a la felicidad, pues al menos el placer de vivir ya lo encontré.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Es como el arcano de la muerte... Todo cambio trae consigo un fin, un renacimiento.
Me gusta pensar en la vida como una constante navegacion por el infinito... En la que somos solo barcos que se encuentran, se conocen, a veces navegan juntos, pero siempre seguimos errando por el firmamento.
Me gusta pensar, que aunuqe todo vaya pasando, los recuerdos que nos quedan son los tesoros inalienables que nunca nadie podra quitarnos.
Tesoros, del tiempo.
Parece que ya estas echando demenos ser enana :P
La nostagia invade tu vida y ya todo lo anterior no tiene sentido.
Seguí adelante dale viteh ? xD!
Publicar un comentario